Las bicicletas eléctricas tienen un costo muy bajo. Recargar la batería de una bicicleta eléctrica cuesta unos pocos céntimos de euro, muchos menos que el costo de la gasolina para un vehículo motorizado. Además, las bicicletas eléctricas, ya que son equiparadas con bicicletas “normales”, no requieren toda la serie de procedimientos burocráticos costos y aburridos (número de matrícula, seguro, etc.). Por otro lado, si bien es cierto que es necesario reemplazar la batería cada 3 años en promedio, éste es un gasto que se amortiza teniendo en cuenta el tiempo de vida total de la bicicleta.
Es así que, por ejemplo, al pensar en una familia estándar, con dos autos, si se reemplazase el segundo automóvil con una bicicleta eléctrica, dicha familia podría ahorrarse unos miles de euros cada año, más aun agregando los costos de gasolina, seguro, garaje, etc., incrementándose éstos gastos significativamente.
Finalmente, se puede ahorrar quizá mucho más aún, si se elige comprar un kit de conversión para una bicicleta normal, reduciendo así los costos iniciales de compra de una bicicleta eléctrica, incluso comparándola con aquellas más básicas y que se encuentran en el rango más bajo del mercado, con un precio de aproximadamente 200 euros.